Historia de Piura

PIURA - Piura Antes de la Conquista Española 


Según la introducción del libro "Tambogrande, la historia de Piura en el siglo XVI", expresa que Marcos Jiménez de la Espada, erudito bibliófilo español, compilador de las famosas Relaciones Geográficas de Indias, atribuye al conquistador Juan Salinas de Loyola la autoría de la temprana Relación de la Ciudad de San Miguel de Piura, redactada en España en 1571 a solicitud de Juan de Obando, visitador del Consejo de Indias.
Una de las informaciones que contiene esta Relación de 1571, es que en Piura existían hasta tres naciones indias, presumiblemente de distintas procedencias. Una, pudo ser la de los Tallanes, otra la de los indios de las serranías mucho mas incaizados que los costeños; y la tercera pudo ser foránea, tal vez, conformada por mitimaes de lejanas tierras, que de cualquier forma echaron raíces en tierras piuranas:"


Piura - Foto con Copyright Tomada por Joel Patiño 

"En términos de la dicha ciudad hay tres naciones de naturales diferentes en la habla y en los nombres - nos dice el cronista- Y cada una de las dichas naciones tenía sus provincias por sí y territorios y límites conocidos y señalados. Y cada una de las dichas provincias de naturales tenía su lengua diferente de las otras y que no se podían entender sin intérpretes, que como contrataban unos con otras, había muchos que se entendían".


En la descripción de esos indios, empero, la Relación sólo hace disintinción entre costeños y serranos, con mejor detalle para los últimos, lo que se condice con lo anotado con varios de los cronistas: "Los indios naturales de la sierra son muy bien agestados y de buen entendimiento y policía, en lo cual todo hacen mucha ventaja a las otras naciones, que son Yungas, que habitan en los llanos; y asimismo son más hombres y para más trabajo, y viven en tierra sana, y así tienen vidas más largas, lo que en los otros es todo lo contrario". Es que en la serranía, a decir del historiador Luis Guzman Palomino, quien ha desarrollado un análisis sobre la Relación de la ciudad de Sant Miguel se impregnó la huella de la civilización inca, pero asimismo, porque en la serranía la naturaleza condicionó formas de vida diversas, convirtiéndose en hombres que en todo momento buscaron superar las adversidades naturales. Situación diferente se dio en la zona yunga, donde las facilidades naturales, influyó en la pasividad del poblador costeño.
En el caso de la costa fueron actividades principales la pesa, recolecta y un incipiente comercio, en tanto que la agricultura y ganadería se acentuaron en la serranía. A decir de los descrito: "Que todos generalmente sabían hacer lo que era necesario para sustentar las vidas humanas, así en labranza como en hilar y tejer y hacer ropa y calzados. Y que la cuenta que tenían eran por unos nudos en unas cuerdas (quipus) por donde conservaban en la memoria todas las cosas de que podían tener cuenta y razón; y esto los serranos mucho más que los Yungas de Los Llanos".

El caso de los Yungas, se compensó con un desarrollo del arte naútico y su prosperidad en el comercio, que se truncaron por la presencia hispana, quien monopolizó ambas actividades.

En la Relación... se indica sobre el gobierno político, coligiéndose de la narración, que en la cúspide estaban "los capitanes puestos por Incas, señores naturales de este reino". Nobles aristócratas cusqueños, conocidos como orejones, gobernaban la provincia entera, incluidas sus zonas de costa y de sierra. Y por debajo de ellos, en una posición intermedia, existían curacas locales, uno por cada pueblo, "muy temidos y obedecidos". Parece ser que al deatarse la guerra dinástica y de panakas, entre las élites representadas por Huáscar y Atahuallpa, los curacas costeños se enrolaron con Huáscar y los de la sierra con Atahuallpa. El victorioso Atahuallpa ordenaría por ello una severa represión en Los Llanos, nombrando por gobernador al príncipe Maicavilca o Sikinchara, temido y odiado por los Tallanes. Los curacas yungas, enriquecidos por el comercio, parece ser que establecieron la propiedad privada, evideciándose una tendencia hacia el feudalismo: "En algunos valles yungas tenían por propias las tierrasy heredades que había los y las daban a los indios por manera de arrendamientos, para que les acudiesen con cierta parte de lo que en las dichas tierras cogiesen; y no había indio particular que tuviese propiedad propiedad de la tierra; esto en los valles de los llanos y yungas, como esta dicho".

Según la Relación, que analiza el historiador Guzman Palomino, se evidencia que en las localidades incaizadas hubo "tierras señaladas para el sol y ganado". Los primeros cronistas incluso, se dice, se habrían espantado de la gran cantidad de de bastimentos que hallaron reunidos en las colcas piuranas. Todo ello fue arrasado al igual que las huacas y adoratorios, saqueados por los españoles.

LA MOVILIZACIÓN DE PIURA, DESDE SU PRIMER ASIENTO.
DE TANGARARA AL CHILCAL

Tangarará, caserío del distrito de Marcavelica de la Provincia de Sullana, es el lugar que mencionan los cronistas, cuando se refieren a la primera ciudad en América del Sur, fundada por el conquistador Francisco Pizarro, con el nombre de San Miguel, cuya fecha es imprecisa por la inexistencia del acta fundacional. Las investigaciones realizadas hasta el momento, no han demostrado la exactitud de la fecha de este acontecimiento, aunque a la luz de los aportes de los cronistas Francisco Jerez, Cristobal Mena, Miguel de Estete, Diego de Trujillo, Pedro de Pizarro, Cieza de Leon, este hecho se encontraría entre el 15 de julio al 15 de agosto de 1532.

Tomando las referencias de Jerez en "La Relación de la Conquista del Perú", los españoles parten de Tumbes el 16 de mayo de 1532, y según hipótesis planteada por el historiador piurano Enrique del Carmen Ramos, estos habrían fundado San Miguel, el 15 de julio, fecha que hasta hoy, se toma para las celebraciones oficiales.
Otros estudiosos como Raúl Porras Barrenechea y Ricardo Vegas García, ubican el hecho el 01 de diciembre, en tanto que el padre Rubén Vargas Ugarte considera que la fundación se produjo entre fines de agosto y la primera quincena de septiembre. Miguel Maticorena Estrada, concluye que este histórico hecho, se produjo entre el diez y el dieciocho de agosto de 1532.

Maticorena Estrada, es un destacado historiador piurano y actual docente de la Universidad Mayor de San Marcos, toma como fuente de análisis el libro de fundiciones que llevaba el tesorero Alonso Riquelme en donde se anota "fundición que se hizo en la ciudad de San Miguel... el 19 de agosto de 1532 se abrió la Casa Real de la fundición de esta dicha ciudad por acuerdo del Comendador Francisco Pizarro y lugarteniente capitán general y gobernador en estos reynos de la nueva Castilla por su Majestad y por ante mi Antonio Navarro contador y Alonso Riquelme tesorero oficial de su Majestad y García de Salcedo veedor oficial de su Majestad y en presencia de Francisco de Xerez escribano de minas..."
Traslado de San Miguel al Valle del Piura.

Tangarará no fue para los españoles, el lugar adecuado para asentarse definitivamente, por las condiciones adversas, que devinieron en enfermedades para los que poblaron inicialmente la primera ciudad fundada, decidiéndose trasladarse hacia la margen derecha del río Piura,en el lugar denominado hoy como Piura la Vieja, adoptando en este traslado el nombre de San Miguel de Piura. Este hecho se produjo, según hipótesis, el año 1534.

El traslado de San Miguel al Valle del Piura, fue ordenado por Diego de Almagro. Juan Paz Velasquez, quien ha escrito con prolijidad sobre el tema, deduce que el acontecimiento debió suceder después de octubre de 1534, pero antes de diciembre del mismo año, ya que el segundo socio de la conquista llegó a Pachacamac en los últimos días de diciembre de 1534. El Cronista Cieza de Leon, a su paso por Piura La Vieja en 1547 hace una detallada mención del poblado, mencionándose la poca estima con que era tenida, debido a que "es algo enferma, a lo que dicen los que en ella han vivido, especialmente de los ojos; lo cual creo causan los vientos y grandes polvos del verano y las muchas humedades del invierno". Excepto las descripciones de los cronistas, también sobre este lugar no existen documentos fundacionales.

San Francisco de Nueva Esperanza 

De Piura la Vieja, ubicada en la jurisdicción actual de Morropón, San Miguel de Piura, siguió en sus periplos trashumantes trasladándose al puerto de Paita en 1578, luego de haber soportado un fuerte proceso migratorio hacia Catacaos, Amotape y Paita, dejando desabitado el segundo asiento.
Sin embargo, era de esperar que en su tercer asiento, San Miguel de Piura, iba a enfrentar sino similares problemas, al menos otros les serían perjudiciales para encontrar normalidad en los residentes de este pueblo. El nombre de fundación fue de San Francisco de Buena Esperanza. La falta de agua, leña, sembríos y por los peligros generados por los piratas, obliga a los pobladores de San Francisco a solicitar su traslado cuando gobernaba Francisco de Toledo.
Correspondió al Virrey don Fernando Torres y Portugal Conde del Villar, conmovido por las dificultades de los pobladores y sin solicitar la aprobación del Rey, autorizar la traslación de San Miguel al sitio donde se ubica actualmente la ciudad, es decir en el Chilcal, en las proximidades de la represa india de Tacalá en el Valle de Catacaos, tomando el nombre de San Miguel del Villar.

Fundación definitiva

La Fundación definitiva de Piura si se encuentra debidamente documentada. En el libro "La Fundación de Piura, Acta Capitular, Provisiones y Ordenanzas", publicamos todos los autos sobre la reedificación y fundación de San Miguel de Piura, a su asiento definitivo en el Chilcal o Valle de Catacaos.
La fundación definitiva de San Miguel de Piura del Villar, se realizó el 15 de agosto de 1588, "tomó en todos sus terrenos y jurisdicción que son desde el pueblo y Valle de Pacora y Jayanca, por la parte y términos de los Valles que dicen de Trujillo y de allí subienmdo a la sierra de Penachi, Salas y Huarmaca y Huancabamba, provincia de Cajas y Ayabaca, que confinan con términos de Jaén, Loja y a Poechos, Maricavelica y Motupe, Máncora y Pariñas, tumbes y solana, hasta dar a la Costa de este mar del Sur, prosiguiendo por ella hasta la Punta de Guja, y prosiguiendo hasta los confines, costa de los dichos pueblos de Jayanca y Pacora que confinan en la dicha y Valle de Trujillo"

En las Ordenanzas que se dieron reglamentando la vida de los piuranos, se constata que San Miguel de Piura del Villar, se ubicó en un mejor lugar, que se proveyó para evitar conflictos con los indios de Catacaos, encontrando lo que en Paita les era de mucha falta, como el agua, la leña y otros elementos que hacen de un lugar, un sitio adecuado para convivir en armonía con la naturaleza.

Ejecutor de la fundación definitiva de San Miguel fue el visitador " de los llanos desde el puerto de Payta hasta esta ciudad de los Reyes" JUAN DE CADALZO SALAZAR, quien por provisión de D. Fernando de Torres y Portugal Conde del Villar, Visorrey Gobernador y Capitán General de los reynos del Perú, ordenó el traslado de los vecinos de la ciudad de Payta al Valle de Catacaos, tras escuchar y recibir las súplicas prolongadas, de los pobladores de San Francisco.
Piura y las demarcaciones coloniales

Al inicio de la colonia, Piura dependía en lo político de la Real Audiencia de Lima. Nicole Bernex de Falen y Bruno Revesz, en el Atlas Regional de Piura, hace una sinopsis sobre la demarcación inicial, tomando como referencia la descripción de la ciudad de Piura publicada por Jimenez de la Espada en las "Relaciones Geográficas de Indias", precisándose como límites por el Norte con la ciudad de Guallaquil, por el Sur con la de Truxillo y por el Este con la ciudad de Loxa, Valladolid y Jaen.

En lo eclesiástico, Piura dependía de la Diócesis de Quito hasta el inicio de siglo XVII al pasar a la jurisdicción de Trujillo

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